1. Lo primero que hay que aclarar es ¿qué es exactamente la presión arterial? Es ni más ni menos que la presión con que la sangre circula por las arterias. Cómo es lógico depende de dos factores, la fuerza con que el corazón la impulsa y la resistencia de las arterias. De la misma forma que la presión del agua que circula por una manguera depende de la fuerza con que sale del grifo y del diámetro de la manguera (por eso cuando querernos que llegue más lejos presionamos la manguera con la mano o damos más presión al grifo). ¿Cómo saber cuál es esa presión? La presión arterial se puede medir introduciendo un catéter en el interior de las arterias que nos dé la cifra directamente. Pero afortunadamente no tenemos que recurrir a tan sofisticado y molesto método. 2. ¿Cómo se mide la tensión arterial? Disponemos de un aparato que recibe el nombre de esfigmomanómetro. A pesar de tener un nombre tan complicado, es de manejo bastante sencillo. Consiste en un manguito conectado a una columna de mercurio o cualquier otro sistema de medir una presión. Dicho manguito se debe colocar alrededor del brazo, 2 o 3 centímetros por encima de la flexura del codo. Un vez colocado se empieza a cerrar progresivamente hasta llegar a una presión alta y luego se va soltando aire lentamente. Mientras tanto debemos situar un fonendoscopio sobre la arteria humeral, en la cara anterior del codo (puede localizarse previamente buscando su pulso con el dedo antes de apretar el manguito). Lo que hace el manguito es colapsar esta arteria y a medida que vamos bajando la presión del mismo llegamos a un punto en que la presión de la sangre es capaz de vencerla. Empieza a circular la sangre de forma turbulenta. Oiremos un latido por el fonendoscopio. Debemos anotar esa presión en que empieza a oirse un latido pues se corresponde con la tensión arterial sistólica ( más conocida como la máxima). Al ir bajando la presión del manguito llegaremos a un punto en que la arteria humeral se distienda del todo, circulando entonces la sangre a su través sin ninguna turbulencia(dejamos de oir el latido por el fonendoscopio). En este punto debemos anotar la tensión arterial diastólica o mínima. Para que la tensión arterial sea fiable debe tomarse en ciertas condiciones que reseñamos a continuación:
3. ¿Cuando puede hacerse el diagnóstico de hipertensión arterial? A no ser que la tensión sea muy alta en las primeras tomas, se precisan de tres tomas de tensión separadas de al menos una semana para establecer el diagnóstico de hipertensión arterial. La media de estas tres tomas debe ser superior a 140 de tensión arterial sistólica (TAS) y 90 de diastólica (TAD). 4. ¿Qué es lo primero que hace el médico ante un diagnóstico de hipertensión arterial? Cuando a alguien se le diagnostica una hipertensión arterial hay que tratar de esclarecer la causa que la provoca. En algunas mujeres puede ser la toma de anticonceptivos, en algunos enfermos un problema renal, en otros una enfermedad endocrina (hormonal). Lo interesante de averiguar la causa es que muchas de ellas se pueden solucionar de forma definitiva (por ejemplo dejando los anticonceptivos o interviniendo quirúrgicamente el problema renal). Por eso siempre hay que hacer por lo menos un estudio diagnóstico que incluya un análisis de sangre y orina, un electrocardiograma y una historia y exploración fisica completa con fondo de ojo (todo ello nos permite además saber las repercusiones de la hipertensión o el daño que ya ha hecho). La verdad es que en el 95 % de los casos después de hacer un estudio completo no se encuentra ninguna causa que justifique la subida de la tensión arterial y a menudo se descubre que han habido casos de hipertensión en la familia. En estos casos se dice que el enfermo tiene una hipertensión arterial idiopática o esencial. Como decimos es lo que le ocurre a 19 de cada 20 hipertensos. 5. ¿Porqué debe tratarse la hipertensión? La hipertensión arterial es considerado un factor de riesgo mayor para el padecimiento de enfermedades cardiovasculares como accidentes vasculares cerebrales (isquémicos o hemorrágicos), insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria (angina de pecho e infarto), además de insuficiencia renal o incluso demencia de origen vascular. Todos estos riesgos debidos a la hipertensión son modificables gracias al tratamiento de la misma, por ese motivo es tan importante seguir los controles y tratamientos que el médico prescriba. 6. ¿Cuál es o cómo debe ser el tratamiento de la hipertensión arterial? Lo primero que debe quedar claro es que la hipertensión arterial, una vez bien diagnosticada, debe ser vigilada y tratadapara toda la vida. Por tanto no sólo hasta que la tensión esté bien. Las dos medidas del tratamiento más importantes para controlar una hipertensión son sencillas, inocuas, pero a menudo muy difíciles de seguir: comer sin sal, y perder peso los obesos. En general cualquier tratamiento que implique un cambio en los hábitos de vida de una persona halla una fuerte resistencia a su cumplimiento, una dieta, un ejercicio físico, dejar de fumar. En el caso de la hipertensión, que además esun problema crónico, por lo que los cambios serán para siempre, los pilares del tratamiento precisamente van a ser medidas de este tipo. El primer paso sobre el que se fundamentan los demás es en todos los casos comer sin sal. Comer sin sal quiere decir no ponerse nada de sal en las comidas puesto que los alimentos ya llevan incorporada la suficiente para garantizar un aporte mínimo. Hay alimentos que la llevan en exceso por lo que deben ser evitados, las conservas, el queso, el pan normal, embutidos (incluso el jamón dulce). Otro buen consejo, imprescindible y muy útil para controlar una hipertensión arterial, es perder peso si es que está asociado un problema de obesidad. Algunos estudios demuestran que es más efectivo perder peso que tomar una pauta de medicación para normalizar unas cifras de tensión arterial, con la ventaja adicional de que al hacer una dieta baja en calorías controlaremos los otros factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, como el colesterol y la propia obesidad. Control del resto de factores de riesgo cardiovascular: Además de la hipertensión, existen otros factores de riesgo cardiovascular que son: el exceso de colesterol , el tabaquismo y la diabetes. Por todo ello al diagnosticar a algún paciente de hipertensió'n, lo primero que habrá qtie hacer es explorar la presencia de otros factores que aumenten el riesgo y ernpeoren así el pronóstico. Si existe algún otro factor debe ser corregido. Furnar es perjudicial para todo el mundo y por sí solo el tabaquismo ya es un factor de riesgo mayor para las enfermedades cardiovasculares, pero si el que fuma es un hipertenso, ya tenemos dos factores que irán actuando conjuntamente. Lo mismo ocurre con el colesterol. En definitiva las principales medidas del tratamiento de un hipertenso son:
Si después de seguir bien todos estos consejos el paciente sigue hipertenso, entonces hay que iniciar una medicación sin dejar de hacer todo lo demás naturalmente .
7. ¿Que valor tienen las cifras de tensión arterial medidas en casa por los pacientes? ¿La única tensión fiable es la que mide el médico o la enfermera en la consulta? Otro problema que presocupa a los expertos es el del cumplimiento de la pauta terapéutica y el de la detección de la hipertensión arterial oculta. Por ese motivo los consensos dicen que el farmacéutico puede colaborar en el control de la enfermedad desde la dispensación del medicamento. Para ello haría falta que los sistemas informáticos de las farmacias advirtieran de alguna manera si el paciente está comprando su medicación fuera del período en el que debió hacerlo. O también tomando la tensión a personas sanas dela población general y asñí contribuir a la detección de la hipertensión arterial.
Bibliografia
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