Gripe

 

1. Introducción
2. Síntomas
3. Diferencia entre gripe y resfriado
4. ¿Cuando se convierte la gripe en una enfermedad grave?
5. ¿Es posible prevenir la gripe y los resfriados?
6. ¿Quién debe vacunarse de la gripe?
7. El Relenza. ¿Es realmente eficaz?

 


1.   En el 412 a. de C. Hipócrates describió una epidemia en el norte de Grecia producida por una enfermedad que podría corresponder a lo que hoy conocemos como una gripe.  La gripe no es, desde luego, una enfermedad nueva.  Tampoco es una enfermedad desconocida.  Todos o casi todos la hemos padecido alguna vez.  Existen aspectos, sin embargo en la gripe que son menos conocidos, como su capacidad de producir unas epidemias masivas llamadas pandemias que dan la vuelta al mundo y que se producen cada 10 o 12 años causando no pocos estragos en la salud de la población mundial.  Pandemias corno la de 1918, mal llamada «gripe española» (en realidad no se inició en nuestro país), que afectó a la mitad de la población de todo el mundo calculándose su mortalidad en más de 20 millones de personas, por lo que puede considerarse la peor catástrofe epidemiológica de la historia.  Vemos en conclusión que esta familiar enfermedad tiene golpes ocultos y no es tan benigna como parece.  Pero antes de seguir habría que aclarar ¿en qué consiste una gripe?

La gripe es una enfermedad producida por un virus que podemos llamar «virus de la gripe», que tiene una sintomatología característica, que es común a otras infecciones respiratorias víricas, pero que tiene la peculiaridad de su alta contagiosidad y su capacidad para producir estas epidemias y pandemias que hemos mencionado. 


2.   ¿Cuáles son esos síntomas que configuran el cuadro clínico de la gripe?

Los síntomas de la gripe son de todos conocidos.  La fiebre que puede ser alta y acompañarse de escalofríos.  El malestar general, con dolor en todo el cuerpo «como si te hubieran dado una paliza».  Los síntomas normalmente respiratorios como obstrucción nasal y estornudos, dolor de garganta al tragar, tos,  a veces síntomas digestivos como náuseas y vómitos.  Todo ello con una evolución de 3 o 4 días, apareciendo el restablecimiento en 4 o 5 y persistiendo en ocasiones una llamada astenia (cansancio) postgripal que puede durar hasta 2 o más semanas, con la natural preocupación del enfermo.

El diagnóstico de «gripe» se hace siempre que aparece un cuadro de las características descritas, aunque en puridad sólo debería hacerse en épocas de epidemia, pues de forma aislada, este cortejo sintomático puede ser consecuencia de otras infecciones respiratorias víricas, producidas por virus distintos del de la gripe.


3.   ¿Cuál es la diferencia entre gripe y resfriado?

El resfriado es una infección respiratoria también de tipo vírico, que se distingue de la gripe por tener una sintomatología más localizada en las vías respiratorias (sobre todo en las vías respiratorias altas) y con menor afectación del estado general.  Suele haber por tanto menos fiebre, menos sensación de «trancazo», siendo el cuadro en general más leve.  A nivel práctico puede tener poca importancia saber si uno tiene un resfriado o una gripe, pues el tratamiento va a ser prácticamente idéntico, o sea puramente sintomático.


4.   Hemos dicho que la gripe puede producir incluso cierta mortalidad, ¿cuándo se convierte la gripe en una enfermedad grave?

La gripe puede revestir gravedad cuando aparecen algunas de sus complicaciones, o cuando por sí misma complica la evolución de una enfermedad crónica en un enfermo con un precario equilibrio.  La gripe puede complicarse de forma leve dando lugar a infecciones respiratorias altas como otitis, sinusitis, bronquitis agudas.. Por otro lado, puede dar lugar a neumonías, infecciones respiratorias graves, que normalmente están ocasionados por gérmenes distintos del virus de la gripe (bacterias del tipo neumococo, estafiloco, etc.) o, más raramente, por el propio virus dando lugar a una neumonía gripal igualmente grave.  En estos casos el enfermo, al 5.' o 6.' día de evolución, en lugar de mejorar, sufre un brusco empeoramiento con una nueva subida de la fiebre, dolor en el costado, tos con expectoración rojiza y con una exploración y radiografía compatibles con el diagnóstico de neumonía.  A menudo precisan un ingreso hospitalario.


5.   ¿Existe alguna forma de prevenir la gripe y los resfriados?

Se había hablado de la vitamina C como agente protector frente a las infecciones respiratorias.  Se oye a veces que una aplicación de «defensas» puede fortalecer la inmunidad haciendo que el paciente pase un mejor invierno.  Desgraciadamente ninguna de estas medidas se ha mostrado eficaz.  No disponemos hoy en día de ningún medio para prevenir los resfriados.  Se han diseñado unas vacunas anticatarrales que, por la gran variedad de virus que producen los resfriados, no parecen poder cubrirlos todos, y no alcanzan por tanto niveles de protección que las hagan recomendables.  Disponemos en cambio de una eficaz medida para prevenir la gripe, la vacuna.  La vacuna de la gripe es capaz de estimular la producción de unos anticuerpos que protegen al 70 % de personas que se la aplican.  El virus de la gripe sufre cada año algún cambio que hace necesaria la actualización de la vacuna.  Además la duración de los niveles de anticuerpos es también limitada y se extiende tan sólo por unos meses.  En definitiva hay que vacunarse todos los años en una época del año anterior a la previsible aparición de la epidemia gripal.  Normalmente esa época es al principio de otoño. 


6.   ¿Quién debe vacunarse de la gripe? 

     Precisamente las personas en las que el padecimiento de la gripe puede tener consecuencias más graves.  Se han establecido unos grupos de personas en los que la vacunación está especialmente recomendada:

– Personas mayores de 65 años.

-Personas con enfermedades crónicas: bronquitis crónicas, diabetes, insuficiencia renal, anemias severas, insuficiencia cardíaca, y cualquier proceso que disminuya la capacidad inmunológica del individuo. 

La vacuna de la gripe apenas tiene además efectos adversos.  Puede ocasionar una reacción local, consistente en un enrojecimiento en la zona de la inyección, en la tercera parte de los pacientes que se la apliquen.  Más raramente, en un 1 o 2 % de los casos, puede haber una discreta reacción general, en forma de un cuadro febril poco importante de uno o dos días de evolución.  

Muchos enfermos se preguntan si pueden ponerse la vacuna de la gripe mientras están padeciendo un resfriado- En general se prefiere esperar a la curación del cuadro, cuando se sufre una enfermedad que curse con fiebre. 


7.   Recientemente se ha comercializado un nuevo medicamento para la gripe, el Relenza. ¿Es realmente eficaz? ¿Representa un avance en el tratamiento de esta enfermedad? 

     El Zanamivir es un medicamento antivírico que se administra por vía inhalatoria. Representa un avance en el sentido de que es el primer fármaco que se utiliza para la gripe y no es meramente sintomático, actúa directamente contra el virus. A efectos  prácticos sin embargo, sólo acorta 1 o 2 días la duración del cuadro gripal y con la condición de que se administre en las primeras 24 horas de aparición de la enfermedad. Tiene un inconveniente añadido ya que puede desencadenar crisis de asma en pacientes predispuestos que son precisamente los que más se beneficiarían de esta nueva aportación terapéutica.

Bibliografia

Kroneman M, Paget WJ, van Essen GA.Influenza vaccination in Europe: an inventory of strategies to reach target populations and optimise vaccination uptake.Euro Surveill. 2003 Jun;8(6):130-8.